martes, 26 de mayo de 2020

Capítulo 7





Miguel necesitaba un desahogo. Es el quien monta a Valentín . Sigue a la suyo en silencio. A Valentín  no le interesa que Miguel e Ishido se encuentren. No quiere que nadie más de la productora se enteren de sus hobbies. Además está seguro que a ninguno de los dos actores les gustará descubrir el secreto del otro.
--vengo yo, ya estaba acostado... vengo en un rato... ¿me esperas en tu apartamento?
Valentín  está gozando mucho y le cuesta mucho callar sus jadeos para que Ishido no se dé cuenta que está con otro. 
--te espero...
Ishido está muy ansioso. Necesita un desahogo ya. Miguel se comporta como una bestia. No dice nada. Después de explotar en el interior de Valentín  se levanta y se empieza a vestir a toda prisa. No dice nada. Valentín  tampoco. Se empieza a vestir porque tiene prisa en verse con Ishido. Le gusta acostarse con esos dos que son dos de los actores más guapos del momento pero tiene miedo que a ellos les moleste saber que lo comparten. Valentín  y Miguel se va cada uno por su lado sin decirse nada. Valentín  se va a su cita con Ishido. Miguel regresa a casa. Aunque se ha relajado en brazos de Valentín , aunque eso le ha calmado su agresividad pero siente un dolor muy interno. Siente que lo que hace con Valentín  es algo feo que debe callar. Odia a su hermano por dar la cara, por atreverse a vivir un amor con un hombre.
--¡¡no... una cosa es un juego... y eso no se cuenta¡¡ ¡¡Yo soy macho... a mí me gustan los mujeres¡¡ ¡¡lo otro no tiene nada que ver... es un juego... no quiere decir que sea gay como Jorge¡¡
Y para sentirse menos mal se justifica diciéndose que pese a acostarse con hombres le puede cumplir a su novia y por eso le atormenta no haber cumplido con Mia .
--¡¡fue el estrés... nada más¡¡ ¡¡sólo el estrés¡
Pero el que no se le haya levantado con Mia  y sí con Valentín  es algo que le hace mucho daño porqué no quiere reconocer que si le gustan más los hombres que las mujeres es porque es homosexual. Llega a su casa de muy mal humor. Jorge lo mira burlón:
--¿te ha ido mal hoy...?
Y aunque Valentín  lo ha dejado tranquilo, los temores internos de Miguel se levantan contra Jorge al verlo. Miguel lo tumba de un puñetazo y le dice a la madre:
--¡¡dile al maricón de tu hijo que no me moleste...¡¡
la mujer llora:
--porque no se pueden llevar bien...
Jorge se levanta tocándose la barbilla:
--no es mi culpa... es él que se cree mejor que yo sólo por acostarse con mujeres... ¡¡no tiene nada de malo que a mí me guste acostarme con los chicos¡
Miguel no soporta oír hablar asi a su hermano. En el fondo lo que siente es envidia de que él no tenga el valor de defender lo que le gusta y ataca a su hermano en dónde más le duele tanto a Jorge como a la madre:
--¡eso díselo a papá, que se fue de la casa por no vivir con un depravado y a mí me obligarás a hacer lo mismo¡¡
La madre de los jóvenes se encierra en su cuarto llorando y Miguel se enfrenta a Jorge:
--¿¿ves lo que has hecho? Has hecho llorar a mamá...
--has sido tú...
Miguel mira a Jorge con desprecio.
--¡¡le da asco tener un hijo como tú¡¡
A Jorge le da pena el odio de su hermano. Un odio que no entiende. Siempre quiso ser su amigo. 
--¿qué es lo que te disgusta tanto de mí?
--¿¿te parece poco? ¡¡eres un asqueroso¡ ¡¡almenos lo podrías guardar en secreto...¡¡ ¡¡no es ningún orgullo ser lo que eres¡¡
--¡¡pues yo sí me siento orgulloso de ser cómo soy¡ ¡¡me gusta mucho acostarme con un hombre¡¡ ¡¿¿y qué?
Miguel se golpea las manos para no volver a golpear a su hermano. No le dice nada y se encierra en su cuarto. LLora de rabia. Es eso precisamente lo que a Miguel le duele de su hermano que Jorge vive sin culpa y a él la culpa lo está matando.


Aunque rabiando porqué no logró nada con Saúl pero relajado después de estar con Valentín , Ishido llega a su casa. El hombre está convencido que su esposa estará ya dormida pero está lo recibe ansiosa.
--¡¡mi amor... ya era hora¡¡
La mujer no está enojada, no le hace preguntas.
--Chisca... ¿que haces despierta?
La hermana de Miguel y Jorge arrastra a su marido a la cama:
--vamos vamos...
Con mucha ansiedad Chisca desea hacer el amor con su esposo pero Ishido la rechaza.
--¡¡estoy cansado y mañana tengo que madrugar¡
--hace dias que no me tocas...
Ishido se desnuda y se mete en la cama:
--otro día...
--pero es que estoy en mis días fértiles...
--¿y qué con eso?
--pues que es el momento para poder fecundar ese hijo que tanto deseo...
Ishido mira a su esposa molesta:
--¿es que no te cuidas?
--ya te lo dije...
--sí pero yo dije que no... no pienso tener un hijo.
Chisca lo abraza:
--pero mi amor...
Ishido se aparta de ella:
--¡¡no vamos a tener un hijo...¡¡ ¡no quiero¡¡
--¿porqué?
Ishido dice lo primero que se le pasa por la mente:
--¡¡no quiero que me salga maricón como tu hermano¡
Chisca quiere a su hermano y le da rabia el comentario de su marido, por eso prefiere no decir nada. Esta enojada y dice para si:
--¡¡no le pienso dirigir la palabra hasta que me pida perdón¡
Ishido duerme en el cuarto de al lado. El silencio de Chisca es lo mejor para él.

Al día siguiente, Ishido se despierta como si nada. Busca su desayuno. Besa a su esposa.
--me muero del hambre... ¿que me preparaste?
Chisca lo ignora.
--¿¡qué te pasa?¡
La mujer está molesta con él y no le contesta. Molesto Ishido dice:
--¡¡veo que estás en uno de esos días¡
Y se va dando un portazo. Chisca llora. Ishido está con su esposa para guardar las apariencias y le da igual que se enojen. Nada más salir lo único que le importa es que verá a Saúl. Aunque le pone nervioso pensar que actitud tomará después de lo que pasó, se muere de deseos de volver a verlo. Saúl no tiene nada de ganas de ver a Ishido. No sabe cómo debe actuar. Ishido está entrando y ve llegar a Saúl. Lo espera en la entrada con una sonrisa. Además hay prensa. 
--¡lo que me faltaba¡ --dice Saúl.

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