martes, 26 de mayo de 2020

Capítulo 17





Ishido y Miguel se miran y sus cuerpos gritan el nombre del otro. Lentamente Ishido acaricia a Miguel, éste cierra los ojos para gozar la caricia. Lentamente Ishido desabrocha la camisa de Miguel mientras que lo acaricia. Ambos jadean. Uno porque siempre lo quiso tocar y el otro porque siempre quiso ser tocado de esa manera por el otro. Poco a poco Ishido acaricia el torso de Miguel, primero lo recorre con las manos, luego con la lengua. Le muerde los pezones... Los dos están temblando del gusto. Luego es Miguel el que va descubriendo el cuerpo de Ishido. Se sonríen. Ishido y Miguel ya no se piden permiso. Se devoran con las manos con los labios. Ya no pueden más. Ishido arranca los pantalones de Miguel. Miguel se arrodilla, le baja los pantalones al otro y juega con esa herramienta que tanto le gusta desde siempre. Caen en la cama. Se tocan, se besan, se lamen, se chupan, se comen, se rozan, se frotan, se abrazan, se muerden, se pellizcan, se acarician pero sobretodo son uno, son cómplices del placer. Ambos vibran, tiemblan, se estremecen, gritan, gimen, jadean, se insultan incluso hasta lloran porque han conseguido la unión más perfecta que sólo soñaron... lo comparten todo... Sus cuerpos, sus miembros, sus bocas. Cabalgan el uno sobre el otro el otro sobre el uno... se acarician y se besan con tantas fuerzas la piel del otro está que se enrojece... y uno se sube sobre el otro para taladrarlo y luego el otro hace lo mismo... pura pasión, puro sexo... aunque los dos se miran con un brillo de ternura. En especial Miguel... cansado de gozar como bestias Miguel y Ishido caen en la cama retorciéndose del gusto. Se sienten en el cielo.
--ha sido el polvo de mi vida --jadea Miguel.
Ambos llevan tanto tiempo deseando que llegue ese momento que se excitan sólo de mirarse. Miguel lo besa. Ishido sonríe.
--esto es lo que querias... ¿no? ---Ishido.
--¿y tú?
--sí claro...
--pero ¿sólo esto? Es que no me gustaría que me vieras como Valentín ... sólo el polvo y ya está...
Los dos estan muy juntos. Miguel desea abrazarlo pero teme que Ishido lo sienta demasiado femenino. Ishido le guiña el ojo, a Miguel le encanta estar con él. 
--tú y yo somos amigos... casi hermanos...
Miguel le sonríe tímido:
--ya jamás haría esto con mi hermano.
Ishido se ríe. Le da un golpe en la cabeza con la frente.
--Me gusta como sonríes...
Ishido lo mira regañón:
--tampoco seas fresa... eso es cosa de mujeres...
--Pero los amigos se quieren, yo siempre he sentido un cariño por ti especial...
--claro se quieren pero no se aman... ¿o es que lo que tu quieres es que nos paseemos de la mano como una pareja de maricones?
--No claro que no ¡¡como Jorge no¡¡
--¿y entonces?
--Pues quiero esto... que tengamos la misma relación de siempre... que seamos los mejores amigos del mundo pero que en lugar de tener que quemarnos por dentro por la frustración que nos quememos juntos... que cojamos siempre que queramos... que mi cuerpo sea tuyo y el tuyo mío. Eso quiero.
--Eso está hecho...
A Ishido le provoca acariciar a Miguel pero no lo hace pero siente que el chico es sensible de más y teme que se confunda. Él lo ve como un amigo sólo se quiere divertir.
--¿y estás bien?¿te ha gustado coger conmigo?
Miguel mira a Ishido fascinado:
--claro... ¡¡¿cómo crees que no me iba a gustar?¡
Ishido le acaricia muy tímidamente y muy poco la mano. Le sonríe y Miguel está encantado.
--bueno es que a veces soñamos tanto con las cosas que cuando pasan nos decepcionan... A lo mejor tú creías que yo era algo sobrenatural un superhombre.
--claro... eres Poseidón...
Los dos se ríen.
--No en serio... Ha sido mejor de lo que soñé... Mil veces mejor...
Ishido sonríe con orgullo.
--¿y a ti?¿te ha decepcionado? Yo no tengo tu experiencia...
Ishido lo mira con cariño y le dice:
--ha sido deliciosamente bestial.
Se besan apasionadamente entre sonrisas. Los interrumpe un sonido de celular.
--¿es el tuyo?
--No... yo lo apagué...
Ishido se levanta desnudo.
--debe ser tu hermana.
Miguel se siente una basura. Ishido agarra el celular.
--¡¡no tomes la llamada¡
Ishido le hace gestos para que se calle.
--dime... No aún no... Estoy reunido... Sí Jorge me trajo el sobre... ahora no puedo hablar... no vuelvas a llamar...
Ishido cuelga y desconecta el celular. Miguel no ha soporta ver que Ishido hablaba con su hermana después de acostarse con él. Se levanta envuelto en la sábana.
--¿qué te pasa?¿dónde vas? –Ishido.
--supongo que ya se acabó...
Ishido lo abraza y lo tira a la cama:
--ven acá que no vas a ningun lado. Llevo mucho tiempo esperando...
--pero es que eres el marido de mi hermana... --triste.
Ishido se ríe:
--¿y ahora te das cuenta? Mira yo quiero pasármelo bien contigo y que tú te lo pases bien conmigo pero si hay culpas... No... mejor se acaba aquí.
Miguel lo abraza por la espalda:
--No... no... es que me siento mal pero me gustas mucho... ¡¡no quiero renunciar a esto¡
A Ishido le gusta demasiado ese abrazo y no le gusta lo que siente. Solo busca amistad y sexo. No amor. Se aparta de Miguel un poco incómodo:
--bueno... las mariconadas no me gustan...
--si claro... a mi tampoco...
Aunque ya se siente más libre, a Miguel le duele no poder expresar a Ishido todo el cariño que está sintiendo. A Ishido le incomoda un poco la dulzura que le despierta Miguel.
--¿quieres un trago?
--si claro...
Ishido anda desnudo. Miguel se saca la sábana y los dos se sonríen. Se sientan en la cama mientras beben unas cervezas.
--¿es verdad que solo te habías acostado con dos tipos...?
Miguel hace que sí con la cabeza.
--y porque tan poco? 
--lo descubrí tarde... me daba miedo... no queria ser como Jorge..
--¿y ahora...?
--estoy feliz de estar aquí... me gustas mucho...
Ishido le guiña el ojo y se vuelven a besar.





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